La Chica del Tren
Cuando el sol no
azote más,
Y se oculte en las
cornisas.
Cuando el tiempo pise
la voluntad,
De los que viven de
prisa.
Cuando este mar
desprolijo
De almas tenues y
grises,
Me dé una oportunidad
De curar mí
cicatrices.
Dejare atrás mil
refugios
Que han dañado
utopías,
Desmantelando mis
sueños
Entristeciendo mi
vida.
Sorteare estas
turbias aguas
Con sensaciones
vencidas,
Con un hilo de
fuerzas
Como todos los días.
Pero si creo en
milagros
Y en la justicia
divina,
Que se manifiesta
ante mí
Con una luz definida.
Me acerque con el
delirio
De alegrías
contenidas,
Buscando encender el
fuego
De las calderas
dormidas.
Estabas en el final
Donde se angosta la
vía
Donde muere el reloj
Y nace la
expectativa.
Ya no podré borrar
nunca
Las ocasionales citas
Entre el andén de tus
ojos
Y mis emociones
marchitas.
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