sábado, 7 de marzo de 2015

La Entraña más Oscura de mi Enojo, Reflexión

LA ENTRAÑA MÁS OSCURA DE MI ENOJO

Que fácil sería poder manipular la mente, más precisamente la memoria, quizás en ese momento entendería porque me cuesta tanto escribir un renglón y mantenerlo intacto cuando escribo mis sensaciones.

Tan fácil te hubiese sido querido señor crear un elemento, tal vez un mecanismo de pre selección, un espiral minucioso, silencioso, competitivo, que permita dirimir que recuerdo, nota, emoción, sentimiento, efecto, dolor, alegría, fotografía, mirada o sonrisa se guardase allí.

Hoy ya son más de uno de los elementos alojados en ese lugar recóndito tan importante y odiado por mí que quisiera eliminar que recurro siempre a nombrarte desde la entraña más oscura de mi enojo.

Que te costaba, insisto.

Que te costaba crear una peca, un lunar secreto donde poder pulsar y depurar las razones que me detienen en el tiempo, que me estancan en el desierto más despiadado, el desierto de la incomprensión y el rechazo.

Quiero borrar desde el momento cero esa sonrisa sazonada con el cielo más azul que ha conocido este poblado.


Quiero arrancar sin desmedro cada fragmento grande, pequeño, minúsculo y deshilachado que se han acaparado todo el terreno de esas miradas, tus miradas de mediodía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario