martes, 1 de octubre de 2013

Hablar en Soledad, Poesía

Hablar en Soledad


Se siente en sueños aunque no duerme
A su cordura la perdió en su boca
Si le sonríe sus días mueren en ella.

Está cansado de buscarla en otros amores
Y de remordimientos por nunca hablar.

Hoy quiere jugarse la vida,
Pide a su mazo las mejores cartas;
Las pones en juego con su ilusión incansable.

Se pasó la vida pidiéndola en sueños, besándola en cientos
Y siempre se mantendrá girando su vida en su Soledad.

Busca frases en su saco de ideas,
Esas ideas las baña en sinceras
Mientras reza no tropezar en su intento.

Ya se cansó de buscarla en tantos rincones,
Y de abrazarla en el aire hasta delirar.

Espera con aguas de nervios,
Una respuesta que deshiele su amor
Y por sus adentros reprime toda alegría.

Se pasó la vida pidiéndola en sueños, besándola en cientos

Y siempre se mantendrá girando su vida en su Soledad.


Poesía incluida en el libro "Puente de Almas"
Seleccionada por Ricardo Tejerina y Editorial Dunken
www.dunken.com.ar




Hola Martín, un placer.

Con gusto te comparto estas líneas que me surgen de tu obra. En primer lugar se verifica el trabajo esmerado del "oficio de escritor" detrás del poeta. Lo manifiesto porque hay pulcritud en el discurso poético, hay un cuidado por encontrar la palabra más representativa y un esmero en hacerlo correctamente (de hecho el trabajo no necesitó correcciones).

Si bien elaborás la poesía libremente, hay una cadencia de versos que reportan armonía, la que se suma a la atmósfera metafórica que está presente en las estrofas, felizmente. Yo diría que es una "súplica de amor" y Benedetti lo diría mejor asumiendo que es una "crónica de ausencia".
Una y otra definición apuntan a lo mismo, al sentido más íntimo del poema. Enhorabuena.

Espero que tus metas sean alcanzadas y que la publicación te traiga aparejado todo lo bueno que de ella esperás. Recordá que un buen escritor es primero un buen lector y que la corrección de un texto no termina ni aun cuando esté publicado.


Te agradezco tus palabras, han sido muy generosas para conmigo.


Un saludo cordial.
Ricardo Tejerina


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