Jugando a ser Dios
Los que seguimos las noticias tecnológicas tenemos que ir retocando constantemente su definición, para qué sirve y su alcance a fines de traerles las novedades más sobresalientes y más cercanas a la realidad, en este caso podemos decir que el hombre a través de la tecnología está empezando a jugar a ser Dios y aparentemente en algunos casos lo esta logrando.
La bioimpresión es la herramienta en la medicina que hace posible lo imposible, y nos propone un “juego” de inventiva, poder y realidad a tal punto que podemos ir descubriendo a lo largo de estas líneas el pretencioso título de esta nota.
Pero, ¿Qué es la bioimpresion?
Se trata de una metodología que usa un software de diseño asistido por computadora para producir modelos físicos en 3D. La impresora lee los datos de un dibujo y establece capas sucesivas de líquido, polvo o material de lámina y de ésta forma construye el modelo, uniendo esas capas hasta la forma final.
Un grupo de especialistas en medicina regenerativa de EE UU con el mismo sistema imprimió huesos, cartílagos y músculos que después implantaron en modelos animales. En un alto porcentaje, las estructuras impresas regeneraron el tejido, creando su propio sistema vascular. Por lo cual finalmente pudo ser usado en seres humanos.
El principal problema hasta ahora en este punto del proceso era conseguir que el biomaterial impreso no solo se mantuviera vivo, sino que sirviera de base para que las células se expandieran a lo largo de la estructura. Según los resultados de una investigación, publicada en Nature Biotechnology (una prestigiosa revista de temas cientificos), tanto las células usadas para el tejido muscular, como los de huesos o las de la oreja seguían vivas seis días después de su impresión y habían iniciado procesos de proliferación celular.
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